26 de noviembre de 2007

CUANDO TE LLAMO Y ME COGES SE ME CAEN LAS PELOTAS

Hace frío en Madrid, y me pregunto qué tiene que ver eso con todo lo demás, con que ahorre bastante menos, con que haga menos, con que todo sea menos y menos, y aún así parezca que es más de todo.
La verdad es que al final da igual, y dentro de nada es 2008 y habrá pasado un año sin llamar a tal, o a pascual, y todo seguirá igual de bien o de mal que como lo dejamos en la última ocasión.
Todos bien, la familia bien, algunos se han acojonado de estaciudadquelofundetodo y han regresado hacia delante, que es una manera de regresar muy rara, y que solo funciona (o eso parece) si lo has hecho más veces, siempre así, huyendo palante, como los galgos que son preciosos, como el talgo, como las motos plateadas y las chaquetas rojas en el metro.
Muchos dicen que todos huimos y es mentira.
Y aunque fuese verdad sería una tontería, porque siempre te coge el reloj, dos veces al día, con todas las cosas que lleves en los bolsillos. Se te rompe el bolsillo derecho, que es donde llevas el móvil y a veces las llaves, y sientes como si fueses a perder algo, que es así, porque uno prefiere comprarse unos vaqueros nuevos que coserlos…
La gente se va, pinta de nuevo sus paredes, escapan en esta península hacia las bandas del billar, rebotando continuamente, sin meter la bola negra nunca, pero tampoco la naranja, ni la verde, ni la amarilla.
Adiós, adiós, un año sin hablar, sin nada que decirse, y llegan las Navidades y nos acordaremos todos de todos, monedas que se caen al suelo, paquetes que ya no haces en la quinta mudanza. Libros.
Vasijas de barro.
Nosotros nos quedamos, por si se os ocurre volver, fundidos y ahogados en la gloria de lo que somos, con polvo sobre nuestros hombros, ceniza a nuestros pies, aldea global, polímeros perfectos de perpetua forma, vidrio azulado en las alacenas blancas de contrachapado y cera brillante.
Me gusta pensar en eso, en Junio por la tarde, en Madrid, cuando viene el calor, antes de que venga, y en que me quedo a verlo, durante el tiempo que quiera, porque yo lo valgo, y porque me da igual.
Ahora, ahora es así.
Y las lista de personas a las que admiro se acorta. Y me gusta hablar con ellos de vez en cuando, para poder seguir admirándolos, como creo que debe de ser.
No me pidas más aristas, ni pisadas fuertes, ni pasos cortos sobre papel de arroz, porque no me da la gana, a ver si te enteras.

Un beso a todos.

18 de noviembre de 2007

John Singer Sargent

Hacía tiempo que no me tiraba un rato largo mirando pinturas de alguien. Hoy he estado revisando a este señor, así que como me gusta mucho, lo cuelgo.

Investigación avanzada, jajá!

16 de noviembre de 2007

Isla Norfolk

Me ha pasado una chorrada que me ha sorprendido. He puesto en el perfil del blogger que vivo en Isla Norfolk, y me ha dado por picar en el link a ver qué pasaba.
Vale.
Pues resulta que hay 193 pavos que han hecho lo mismo. Y si os molestáis en mirar el link, veréis que además de aparecer gente muy peculiar, hay mucho español tarado.

Isla Norfolk.

Un poco de cultura inservible y aleatoria.

Su localización.


Y su himno.

COME YE BLESSED
Then shall the King
Say unto them
On his right hand:
Come ye blessed of my Father
Inherit the kingdom prepared for you
From the foundation of the world
I was hunger’d and ye gave me meat,
I was thirsty and ye gave me drink
I was a stranger and ye took me in,
Naked and ye clothed me,
I was sick and ye visited me,
I was in prison and ye came unto me
In as much ye have done it unto one of the least of
These my brethren
Ye have done it unto me,
Ye have done it unto me.
A que mola mi barrio!

7 de noviembre de 2007

madagascar

Estoy haciendo tiempo para llamar a t y despertarla, porque he estado grabando hasta hace un ratito en un puto exterior noche de flipar. Si vuelvo a oír la palabra MADAGASCAR en los próximos años puede que entre en coma.
A estas horas uno no puede plantearse según qué cosas. Tengo medio sueño medio no sueño, ganas de hacer algo, pero debería de meterme en la cama. Los 5 cafés, 16 cocacolas y 2000 donuts del running buffet me están haciendo efectos especiales ahora mismo…
Me han robado la mochila con la agenda, el iPod, un libro de mierda de tíos que copian a Lovecraft, mis rotuladores, un cuaderno de bocetos, las tarjetas del ING, la de la fnac, el dni caducao… y luego me la han devuelto. Lo cuento así porque realmente el cauce de los acontecimientos ha sido ese. Un eléctrico despistado se la ha llevado con unas flycases y a los 20 minutos me la ha devuelto un machi, al cual he abrazado, porque yo ya estaba llamando al banco para anular las tarjetas. Y yo, malpensado del todo, como estábamos grabando un aeropuerto de Madagascar, he decidido que algún negro de la figuración me la había birlado. Bueno, yo y todos los que estábamos recogiendo el set. Mu mal. Ni negro ni nada. Un despiste, un susto, y pa casa.
Y eso. Que he llegado a mi casa en un taxi que cuando dejé a Amaya en él iba por casi 30 euros, y que era de día ya, y que el ascensor olía a lejía que tiraba patrás. La luz del baño se ha jodido definitivamente (Marta, tenemos que hablar con la portera…) y he tenido que poner un fax con velas.
Bueno.
Ya casi son las 8.30.
Voy a llamar a t y que se despierte ya que es hora.
-Pensaba haber ido a verte, pero me duele todo.

6 de noviembre de 2007

amar en tiempos revueltos

Hay una cosa que realmente me perturba, y es que mañana tampoco iré a casa. No sé si todo seguirá en su sitio, si tan siquiera el propio edificio seguirá en pie mucho más tiempo. Libros, películas, un par de estanterías sin pintar aún… Ahora no debería de pensar en eso.
Estoy detrás de un camión ardiendo, en medio de la Colonia Espacial Wasilii Ormanov, sin balas y con dos granadas en el cinturón. Si no me he deshecho de mis armas es porque aún pienso en conseguir munición. A menos de doscientos metros hay dos bastados alienígenas alternando ráfagas entre medias de su posición y la mía. Cada vez que oigo sus disparos no puedo evitar lamentarme. Menos balas quedarán cuando se las arrebate de sus garras.
Huele a combustible quemado, a carne muerta, y mataría por poder poner un poco de música. De hecho llevo todo el día matando.
No tengo balas.
Aseguro mis dos últimas granadas. Si lanzo una a la derecha llamaré su atención. Si salgo por la izquierda corriendo tendré unos tres segundos antes de que se percaten y lanza la segunda.
Entro en su nido y ya veremos. La MA-11 debe de hacer mucho daño contra la cara de alguien.

Si tan siquiera supiese de qué raza son…

Primera explosión. Ya les veo. Por lo menos la cara está donde esperaba.

-----------------------------------------------------------------------------------------------
al final resulta que HALO3 es bastante guay

4 de noviembre de 2007

the unnatural thing

Un minuto y medio bajo el agua. Se seca rápidamente la cabeza y sale disparado hacia su ordenador. Por el camino, desde el enorme cubo de madera, deja un reguero húmedo. Teclea con energía los nombres de sus padres, de sus hermanos, de sus hijos. Las letras salen desordenadas. No acierta a hilar ninguno de los fonemas que denominan a sus familiares.
Desde que tuvo el sueño del accidente, Anton Perkins se ha convertido en disléxico.

Anton Perkins tiene cuarenta y dos años. Es fotógrafo. No utiliza mucho la literatura en su vida diaria, pero aún así no puede dejar de pensar que la putada a la que se enfrenta es ignominiosa.
Desproporcionada, ignota, desigual.

“No etniendo cómo Dios peude dejra que a alguine le ocurar etso. El cprretctor del windws no me ayudda nada.”

Se dice, y sigue caminando.

Anton Perkins es conocido por su depurada técnica de Retratos Tannhauser, inventada por él en
2045, y explotada desde 1912 hasta 2009.