robots in disguise

este jueves, 31 de enero de 2008, fiesta de carnaval en el jhambala. yo creo que deberíais de aparecer, porque si vas disfrazado te invitan a cosas y thal...
el cartelito nos los hicimos carlos, raúl, t y yo.
pa que veáis lo artistazos que somos.
adios!

espejo espejito

Después de una frugal merienda, Barghan Feferbaum entra en una espiral de terror interno cercana a una que tuvo, prácticamente igual, el día anterior a esa misma hora.
Barghan recuerda el sueño que tuvo esa misma noche, la anterior a esa, y aún la anterior a la primera. Pedazos de cielo cayendo aleatoriamente, en llamas, sobre la ciudad, y su cuerpo protegiendo el de un niño rubio. El horror, los gritos, la demencia instantánea, le producían indiferencia, y eso fue, en gran medida, lo que desencadenó la crisis.
Barghan Feferbaum observaba en el sueño cómo todo era reducido al caos, a una destrucción que duró apenas media hora, cuarenta y cinco minutos a lo sumo. Después la calma, y un desconocimiento abrasador del motivo de lo ocurrido. Atroz, descuidado, menos mal que en realidad el mundo no se ha acabado.
Ya. ¿Pero entonces? ¿Todo ese espacio del cielo hecho cenizas? La gente a la que le cayeron encima los cascotes de los edificios?
¿Todo queda en eso?

Barghan observa, pero cada vez menos.
Se identifica, pero cada vez menos.
Salva a niños, pero cada vez menos.