15 de agosto de 2008

hacer las cosas solo

Efectivamente se puede hacer de todo solo. A mí me parece algo realmente importante, porque es una sensación que hace poco he empezado a reconocer de verdad. Antes de decir nada mas, querría que quedase claro que estoy completamente de acuerdo en que la gente haga de su capa un sayo y le encante su tiempo, su parcela, y todas esas cosas, y decir también, que como ya sé que puedo hacerlo, no me apetece más. Me he venido a Rentería a pasar unos días, se ha ido mi hermano y mi idea original era quedarme aquí solo. Menos mal que no va a ser así. Esta tarde vienen M y R a salvarme de esto.
Supongo que por cabezonería me habría quedado la semana entera, aquí, lloviendo todo el santo día, con todo cerrado, o con horarios que en Madrid ya no nos atrevemos a imaginar en ningún lugar civilizado, pero puede que no.
Esta mañana me ha despertado la lluvia. Me dormí a las 3.00 am. leyendo World War Z, y a las 9.30 am. me ha llamado Tan, que se iba de viaje. Pues ya no me he dormido más. Me he levantado, he tuneado unas fotos en la mierda de portátil que me he traido, y cuando me he cansado he bajado a dar una vuelta por el barrio. No os podéis imaginar la que estaba cayendo. He ido a por un mapa de Donosti a Turismo y cuando volvía, iba a pasar a hacer algo de compra y no había nada abierto. Ni el centro comercial ese de los cines que era mi gran esperanza blanca... Es día 15 de Agosto y la gente normal no trabaja. Claro. He comprado el pan y me he ido a casa a comer a la una. La panadera me ha despedido en francés: debe de ser que es más fácil que sea de Francia que de cualquier otra parte, y eso me ha mantenido ocupado unos minutos...
Más internet, unas fotos, unos dibujos, más World War Z, y me he ido a Donosti a hacer tiempo hasta que viniesen M y R. Bueno, pues en Donosti todo cerrado también. Hasta la Fnac! El miedo se apoderaba de mí, porque ya me había comido un helado, había hecho MÁS FOTOS, y entendía el mapa a la perfección. Me senté en un banco a mirar a la gente y no se me dio mal. Podría hacerlo más veces, yo creo...
El caso es que hasta las 21.30 que llegan estos me he hartado y me he vuelto a Rentería en el cercanías. Ahora dentro de un rato me volveré a poner la chaqueta y volveré para allá...

En resumen, que muy bien. Que me he traído el portátil, tres libros, la PSP, la cámara y muy buenas intenciones, pero necesito mi casa en mi gran ciudad colapsada por la inmigración, a mi Tan, llegue a la la hora que llegue, ver a los correderianos, a todos todos... que lo de irme al cine solo lo hago también en Madrid siempre que me da la gana.

He dicho.
Y ahora Rentería es Errentería en todas partes y me parece extraño. Será la vejera...

francisco federico

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